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Periódico de ayer

Los cultivos siguen, los traquetos pelechan, y después de haberle entregado al Ejército la mejor tajada del presupuesto, las Farc siguen campantes en inmensos territorios

Por Héctor Abad Faciolince

"¿y para qué leer un periódico de ayer?" se pregunta Héctor Lavoe en una canción que fue famosa hace mucho tiempo. Parecería que no sirve de nada. Sin embargo el ejercicio de leer periódicos viejos es muy útil para todos los que quieran estudiar la historia de la política o del periodismo que aquí se hace. Con el paso de los años, lo que era ambiguo se vuelve nítido, lo que parecía verdad muestra su cara más mentirosa, lo que parecía una propuesta descabellada, resulta ser la más razonable. Aconsejo, en especial, leer las promesas de los políticos y los vaticinios de los astrólogos. Unos y otros parece que no vivieran en esta tierra, sino en el reino de la fantasía, o mejor, en el del engaño.En estos días estuve en una hemeroteca pública y me puse a revisar periódicos de hace dos decenios. El general Valencia Tovar, en una columna, defendía la creación de grupos de autodefensa "legales" y protestaba por la "alharaca de la extrema izquierda" en contra de esta iniciativa patriótica. Cuántos muertos nos habríamos evitado si estos patriotas no les hubieran dado la bienvenida a esos grupos. Que un general dijera eso suena apenas natural, pero en esos mismos años hay hallazgos sorpresivos. Miren lo que encontré en El Colombiano (agosto 27, 1987, página 14 A): "La paz no la rescatamos militarmente, la paz no la rescatamos a la brava, la paz sólo la podemos rescatar si se comprometen los grupos enfrentados a abrir una seria etapa de reconciliación nacional". ¿Quién dijo esto, Carlos Gaviria? No, aunque no lo crean, lo dijo el político Álvaro Uribe. Las palabras de ese senador que era todavía liberal podrían hacer hoy parte del programa del Polo.
Una cosa lleva a otra. Cuando encontré esa frase de Uribe, me fui a buscar su discurso de posesión de hace casi cuatro años, y encontré esta joya sobre los países bolivarianos: "La economía andina requiere más voluntad y resultados. Resulta equivocado considerar que con trabas comerciales dentro de la región alguno de nuestros países pueda acelerar el crecimiento. Al interior de la Comunidad la mejor protección es la mayor integración. (…) Avancemos hacía la armonía en tasa de cambio competitiva, pensemos en una moneda única, nuestra, que podamos orientar". ¿Moneda única, integración, menos proteccionismo? Uribe acaba de estar en Bolivia diciendo y haciendo todo lo contrario.El 20 de marzo de 2006, es decir, la semana pasada, el gobierno anunció que presentará al Congreso un proyecto de ley para incrementar el presupuesto anual mínimo de vivienda social. Este debe pasar de los 150.000 millones de hoy, a 350.000 millones. La noticia parece buena, pero ¿no tendrá algún fin propagandístico de campaña? Pues claro que sí, y lo descubrí mirando otros "periódicos de ayer". Resulta que en el Manifiesto de los 100 puntos de Uribe, publicado en la campaña anterior, en el punto 18, se lee esto: "No podemos seguir con un Congreso que cuesta 600.000 millones al año cuando para vivienda social sólo hay 150.000 millones". Cuatro años después, faltando pocos meses para terminar su período, el Presidente se acuerda al fin de su promesa, y aumenta el presupuesto de vivienda social. En cuanto a los gastos del Congreso, estos han pasado de 152.000 millones anuales (en 2001) a 289.000 este año. Es decir que durante la austeridad uribista los gastos del Congreso prácticamente se han duplicado.El punto 31 promete lo siguiente: "Un país sin droga" Qué risa. Año y medio después de posesionado Uribe, su ministro Londoño anunciaba que ya no había ni una sola mata de coca en el Putumayo y que en breve no quedaría ni un centímetro en "todo el territorio de la patria" en el que hubiera coca o guerrilleros. Lástima que las palabras no puedan suplantar la realidad. Cuatro años después no se ha capturado a un solo cabecilla de la cúpula de las Farc, las caravanas que transitan por el Caquetá protegidas por el Ejército, son abaleadas por la guerrilla, y desde Medellín nadie se atreve a ir por tierra hasta Urabá si no es con protección. No es que esto me alegre; me entristece. Pero el gobierno no puede decir que ha cumplido lo que prometió. Los cultivos siguen, los traquetos pelechan, y después de haberle entregado al Ejército la mejor tajada del presupuesto nacional, las Farc siguen campantes en inmensos territorios del país.Podrían citarse muchos otros sueños incumplidos de los 100 puntos de Uribe. Por espacio, señalo apenas uno más. Uribe hablaba de reforma agraria y de comprar tierra buena y productiva, en el punto 63: "El Estado adquirirá la tierra a precio de mercado y la entregará a grupos asociativos. Los beneficiarios recibirán crédito barato, tecnología y comercialización de sus productos". Durante este gobierno hemos asistido a una mayor concentración de la tierra, y que yo sepa no ha habido el más leve amago de reforma agraria, ni siquiera con las tierras que iban a devolver los paracos y que hasta la fecha no se ven. Definitivamente, si no queremos que nos engañen toda la vida, leamos los periódicos de ayer.